jueves, 22 de enero de 2015

Cosas que sobrevaloramos día a día

Nos pasamos la vida ansiando cosas, situaciones que no se dan, metas difíciles de conseguir…y oye, que eso está muy bien. Soy fan de las personas ambiciosas, que no se conforman con lo primero que la vida les pone por delante, que luchan por lo que quieren. Pero también es verdad que bajo mi punto de vista, existe una serie de cosas que están híper sobrevaloradas, y éstas son las mías:

EL DEPORTE. Y la vida sana. Y la comida verde. Que está muy bien cuidarse y tal y cual, quemar más grasa de la que se come y andar al menos media hora cada día. Pero será que un donut de chocolate después de haberse andado 1,5 km todos los días hasta donde vive una de tus alumnas. O será que no entra bien el bol de macarrones de mediodía cuando llegas de fiesta a eso de las cinco de la mañana, junto a medio vaso de leche, y una ducha de leche limpiadora. Y ale, a dormir hasta que cante el gallo, o hasta que tu madre pase el aspirador. Y en cuanto al deporte…me declaro fan de póster de quien sale a correr ahora en esta época con el frío que hace…cuando a mi el cuerpo me pide un SPM (sofá-peli-manta), a demás, correr es de cobardes.

PENSAR CON LA CABEZA. Ya está bien hombre, date a ti mism@ un día de permiso para hacer lo que te dé la real gana, lo que te dicte el corazón.

EL CHOCOLATE. Que está bueno de cagarse sí, pero si abusas de él te salen unos granos más feos que un culo peludo, y de los que dejan cicatriz.

DORMIR. No puedo creer lo que estoy diciendo pero lo estoy diciendo. En según qué situaciones, tener sueño es una putada y dormir es una verdadera pérdida de tiempo.

DECIR SIEMPRE LA VERDAD. ¿De verdad? ¿Si habéis engordado también? Valientes.

LOS RUBIOS CON OJOS AZULES. Y sin pelos, y sin barba. Qué grimilla me dan, los pobres. Tú plántate delante de un morenazo de pelo negro y ojos oscuros y verás tú si te importa dónde tenga pelos.

LOS DOMINGOS. Es el día idealizado por excelencia, pero yo cuando abro los ojos un domingo, lo primero que pienso es que ya no queda nada para el lunes, y ya me jodo todo el día. No lo puedo evitar.

LOS RESTAURANTES CAROS. Tú llegas, no puedes hablar en un tono de voz normal, porque sólo se te oye a ti, llegan los entrantes o el primer plato y te tienes que jugar a los chinos con qué cubierto empiezas, y si te pides una coca cola para beber te miran mal. Larga vida al Mac y a su Cuarto de libra con queso, chica.

LOS INFORMATIVOS. Sobre todo los de mediodía, porque los de la noche son los mismos. Ale, ellos llegan, todos guapos, te leen la mierda de mundo en la que vivimos y se van. Y tú te quedas con una mala leche del quince, cagándote en toda la corte celestial y sin poder hacer nada. Viva Los Simpson.

EL MAQUILLAJE. Porque lo poco gusta y lo mucho cansa. Me dan risa las chicas estas conocidas como rasca y gana. Porque tienes que rascar con la uña para llegar a su verdadera piel. Si necesitas más que corrector y rímel, asume que eres fea. Que no pasa nada, pero el maquillaje no hace milagros chata.

Y así es como pienso yo, y así os lo expreso desde mi rinconcito de pensar, a donde vengo sin que nadie me castigue porque me haya portado mal.

miércoles, 21 de enero de 2015

Cómo ser humilde en cuatro sencillos pasos

Hay tantísima gente arrogante por el mundo, que parece que ser humilde es lo más difícil del mundo, pero en realidad, no hace falta más que mirarse al espejo con las gafas de la humildad puestas, de arriba abajo, y pensar en si lo que vemos es realmente lo que nos gusta, o si nos convendría cambiar un poco nuestra forma de ser para poder ir con la cabeza bien alta por la vida.

A todas aquellas personas que se crean que son las mejores, imprescindibles para todo aquél que las rodea, y que creen que nunca se van a encontrar con nadie más chulo que ellos para que les diga a la cara bien alto el ridículo que hacen, les aconsejamos estos cuatro pasos a seguir, así, porque sí, porque hoy nos hemos levantado generosos:

1.DÉJATE DESCUBRIR: que sí hij@ mí@ que sí, que sabemos que te quieres, y que eres la pera limonera y también que todo lo haces bien, pero ¿por qué no dejas de decirlo a todo tu entorno y dejas que esa gente lo descubra?

 La modestia se parece a las estrellas, que cuanto más buscan la oscuridad en el cielo, más brillan. José Selgas y Carrasco.

2.BUSCA LA SENCILLEZ: todo el mundo se da cuenta de que cuanto más chuleas sobre lo buen@ que eres, más insegur@ de ti mism@ eres, porqué no sabes vivir sin que todo el mundo sepa que tú todo lo haces bien, cuando en realidad no sabes seguir sin un golpecito en la espalda.

La verdadera humildad consiste en estar satisfecho. Henry F. Amiel.

3.ESCUCHA Y VALORA: está muy bien que te quieras y lo demuestres, pero vale ya de hablar tanto de ti, porqué la base de cualquier relación social es la comunicación, el toma y dale, que llamamos en mi casa, o como dice mi madre, si tú no nones, jo no none. Al final te pasará que nadie querrá estar cerca de ti.

Los ríos más profundos son siempre los más silenciosos.Quinto Curcio.

4.COMPARTE TUS TROFEOS: la soberbia que te hace atribuirte todos los éxitos, es la misma que hace que culpes al resto de tus fracasos, que ésos sí que suelen ser sólo culpa tuya. Comparte con modestia tus metas cumplidas, hay más cuellos de los que poder colgar las medallitas.

La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió. Quevedo.

martes, 20 de enero de 2015

Feliz cumpleaños

Tenía una entrada preparada para un día para hoy, en la que me quejaba y os explicaba los motivos por los que el día de mi cumpleaños me parecía un día normal, ni mejor ni peor. Que no me hacía ninguna ilusión especial, fuera del significado estricto del acontecimientl: cumplir años. Pero mo me daba cuenta de una cosa importante: sólo cumplen los que están vivos.

Y me he dado cuenta de que soy una superficial de mierda, que está tan ocupada revolviéndose en la mierda de no tener su casa para poder vivir con su novio, y no tener trabajo, (cosas que tampoco son extraordinarias, que yo sólo pido poder vivir mi vida, pero en fin.) que no le doy importancia al simple hecho de quen aunque no tenga la vida que quiero, al menos tengo una vida.

Y mientras se está vivo se puede cambiar de vida, siempre nos queda esa opción.

Lo único es que hay días en los que la paciencia te juega malas pasadas, y amenaza con acabarse e irse. Y yo llevo así muchos días, y se está haciendo eterno. 

Pero bueno, celebremos que puedo seguir cumpliendo, que no falta (casi) nadie en mi entorno para poder felicitarme un año más. Y yo casi celebro más eso que mi cumpleaños.
Pero vamos, que de soportarlo y hablar de ello con normalidad, a que me haga una especial ilusión...tampoco es eso.

Que sí, que cumplo 25 inviernos, que no echo de menos a nadie, que tengo a los que quiero, (y a los que no, también me toca tenerlos), y que celebro que estoy viva y de vez en cuando, coleo.

Pero odio las tartas (mi culo y mi barriga también), y la cancioncita famosa. Igual me da cumpleaños feliz, que feliz en tu día. Y los que te recuerdan que es tu cumple, como si sólo lo supieran ellos. Recordad que yo estaba ahí, no me lo han contado. 

Ese día, yo fui la invitada estrella al mundo.

lunes, 19 de enero de 2015

Amor con los cinco sentidos

Jamás he creído en que una relación a distancia entre dos personas pueda funcionar al 100%, y siempre he pensado que si funciona, es porque no se quieren lo que se tienen que querer, pero seguramente yo soy una idiota, y pienso eso porque la vida me lo ha puesto muy fácil y no me ha puesto en la tesitura de estar separada de la persona que quiero durante más de dos días seguidos, y a no más de 1 km.

Aun así, el amor necesita de los cinco sentidos, o al menos eso lo que creo yo.

VISTA. Precisamente porque necesito ver a mi otra mitad todos los días, aunque sea durante diez minutos. Verlo, para saber si está bien o mal, Para sentirlo cerca. También es importante vernos bien, que sí, que la confianza con esa persona es muy importante, y vernos en pijama hechos un harapo es el mayor signo de ella, pero el amor se alimenta también con la vista. Hay que ser curiosos, joé.

OÍDO. No hacen falta que nos regalen ni regalemos los oídos, como digo yo, pero sí es necesario expresar lo que queremos a esa persona, y lo que sentimos. Siempre que se pueda. Discutir (muy de vez en cuando) también mola, yo creo que igual que el deporte, libera endorfinas. Hablar es esencial, comunicarse, para bien y para mal, decir lo que nos gusta y lo que no…Tampoco son necesarias las conversaciones ñoñas por teléfono en plan cuelga tú, no, cuelga tú. Ya voy yo y cuelgo, joder.

OLFATO. Es otra de las cosas que no tienen las relaciones a distancia, esas que yo veo tan difíciles. Para mí cada persona tiene un olor, me da igual si es su aroma corporal o la colonia que usa, pero es algo imprescindible para mí. Me hace sentir en casa. Igual que con la vista, hay que ser curiosos. No te digo yo que si acabas de hacer deporte y hueles a tigre en celo mantengas a tu pareja a 15 metros de ti, pero un poquito de gotitas de aseo, por dios. Tampoco es necesario estrenar bote de colonia en cada cita porque has agotado uno entero en la cita anterior, eso es exagerado y canta (y huele) demasiado.

TACTO. ¿Cómo lo harán los que por motivos laborales o por cualquier otro, se ven una o dos veces al mes? Tocar, notar, abrazar, acariciar, darse la mano…son los básicos para mí. Si lo tengo al lado y no nos estamos tocando aunque sea con el brazo, es como lo tuviera a la otra punta (soy muy pelma). Tocaros coño, de la forma en que podáis (y queráis), y siempre que podáis.

GUSTO. Este ya lo dejo para que cada uno tire de imaginación, no me quiero meter yo en las catacumbas de cada pareja.



¡Aquí me encontraréis!

Instagram

viernes, 16 de enero de 2015

La generosidad

Hacía tiempo que no me encontraba con mi vecino y me paré un rato a hablar con él. Me comentaba que las cosas no le iban bien del todo, pero que había otros que realmente lo estaban pasando mal, como una familia del barrio que tenía siete hijos y que llevaban varios días sin a penas probar bocado.
Aquéllo me dejó tocado y decidí llevarles un saquito de arroz para, al menos, aliviar un poco su necesidad.

Cuando me abrieron la puerta y vieron lo que les traía, los niños hicieron una gran fiesta y, con los ojos llenos de felicidad, pidieron a su madre que pusiera la olla al fuego para cocinarles un plato calentito. La mujer no tardó en prepararles una sopita pero, antes de poner la mesa, llenó a rebosar un plato y salió corriendo de la casa.

Cuando, por fin, regresó le pregunté: 
¿Dónde has ido tan deprisa? 
Y ella me respondió:
¡Mis vecinos también pasan hambre!
La mujer les había llevado la cena a los ancianos que vivían dos pisos más abajo. En ese momento, descubrí lo importante que es la generosidad, sea al nivel que sea.

No importa realmente que seas rico o pobre, que te sobre algo para compartir o que a penas tengas lo mínimo, lo que cuenta es que quieras ayudar a los demás, aunque sea con lo poco que tienes.



¡Aquí me encontraréis!

Instagram

jueves, 15 de enero de 2015

Tag

El otro día estaba leyendo una publicación pequeña redactada por escritores noveles y entre ellos se hicieron la misma entrevista, imaginando que algún día llegan a publicar sus trabajos y les hacen ese tipo de preguntas. Así que yo lo hice también y pensé que como entrada al blog funcionaría bien, porque es divertido.

1.El último libro que has leído es…Encontrando a Silvia, Universo Silvia, Elisabet Benavent.

2.El primero fue…¡Cómo molo! Manolito Gafotas.

3.La última vez que te asustaste…cuando creí que había perdido la cartera en un Starbucks de Madrid.

4.La última mentira que dijiste…mmm qué buenas las lentejas hoy, mamá.

5.Tu último sueño loco…coger el primer avión que llegue al aeropuerto y estar un mes por ahí, viendo mundo.

6.La primera película a la que fuiste con una cita fue…jamás he ido con una cita al cine, mi primera cita importante fue en el Micalet, aquí en mi tierra.

7.La última vez que lloraste…con una película. Si decido quedarme. A moco tendido y baba suelta.

8.La última curiosidad que has visto por internet...los niños asisáticos combaten el calor del verano vestidos con sandías. Resulta qur las parten en dos, vacían un poco para cabeza y agujerean la de abajo para las piernas, atan dos cuerdas de tirantes y a correr (o a arrastrarse po el suelo, porque debe pesar ).

9.El primer gran consejo que te dieron…elige un trabajo que te apasione, sí nunca tendrás la sensación de ir a trabajar.

10.El primer objeto que salvarías si se quemara tu casa…mi caja de recuerdos con él, y mi portátil.

11.La última comida de tu vida…pasta. Y pizza. Hamburguesa. Y lassagna. Y de postre panna cotta de mocca. Y un café de Starbucks. Con sacarina.

12.Las primeras palabras que tus amigos para describirte…pregúntenle a ellos.

13.La primera persona a la que agradecerías al recoger un premio importante…pues supongo que al editor que se hubiera fijado en mi para publicar un proyecto mío, y a la gente que me apoyaría si eso ocurriese.

14.Lo primero que piensas cuando te levantas por la mañana…en qué día de la semana es, y la de cosas que tengo que hacer dependiendo del día que sea. Si es sábado, no pienso. Me vuelvo a dormir.

15.Lo último que piensas al dormirte…que ya queda un día menos para dormir en nuestra cama, con él.

Son preguntas que no se hacen todos los días. A mí me moló.




¡Aquí me encontraréis!

Instagram

miércoles, 14 de enero de 2015

Un abrazo, por favor

Hay gente a la que no le gusta abrazar. Ni que la abracen. Eso de estrujar o ser estrujado entre los brazos de otra persona no va con ellos.

Pero para mí, abrazar es una necesidad. Yo antes casi era de las primeras personas, pero luego me di cuenta de que era uno de los mayores signos de cariño que se pueden dar.

Ha habido veces que he tenido la necesidad de abrazar. Hace años que no abrazo a mi familia, sólo lo abrazo a él. No es por nada, supongo que va en los genes. No somos muy de muestras de cariño, más bien del cariño que se demuestra día a día con gestos tontos y ayuda cuando más se necesita, por eso nunca le di demasiada importancia a dar o recibir un abrazo.

Pero lo que sí es un hecho, a parte de si nos gusta o no abrazar, es que el abrazo pertenece en casi la mayoría de las culturas un código silencioso pero efectivo, capaz de transmitir potentemente los sentimientos que tenemos hacia la persona que tenemos en frente. 
Tanto, que hay creencias que lo utilizan como una terapia.
Dicen, que el cuerpo se ve afectado de manera positiva por un abrazo, a nivel de sistemas inmunológico, musculatorio, cardíaco y límbico. Vamos, que el cuerpo siente gustirrinín cuando nos rodean con los brazos bien fuerte.

A nivel psicológico incrementa la seguridad y confianza, y reduce el enfado y la apatía, ya que el cuerpo libera serotonina y se siente feliz. Yo esto lo traduzco como que nosotras estamos enfadadísimas y con ganas de matar, pero llegan ellos, nos abrazan y hasta luego mala leche. Así de simple. Es casi automático, joé.

También he leído que a nivel físico el sistema inmunológico genera más glóbulos blancos, reduciendo así el riesgo de enfermedades, y equilibra la tensión, disminuyendo el estrés.

O sea, que cuando estéis felices, tengáis algo que celebrar, aunque sea que queréis a alguien, o enfadados, estresados…liaros a dar abrazos, a todo quisqui. 
En el buen sentido, es más barato y seguro celebrar algo bueno con un abrazo que yéndose de copas, porque de ese modo nos ahorramos la resaca post gin tonics. Y en el malo, el cuerpo (y el bolsillo) agradecerá más en un momento bajo un abrazo, que un psicólogo, un diacepan, o un cabezazo contra la pared.

¡Abrazad, insensatos!



¡Aquí me encontraréis!

Instagram

martes, 13 de enero de 2015

El poder de las redes sociales

Siempre he sido bastante activa en las redes sociales. Empecé con Tuenti, seguí con el fotolog (al que adoraba), luego vino Twitter, Instagram, y ahora también el blog, que aunque no sea estrictamente una red social como tal, también cumple su función.

No, no tengo Facebook. Porque lo odio, y eso es así. Porque he visto genge sufrir por su culpa. Que sí que sí, sufrir. Y es que a mi entorno Zuckenberg no le ha traído nada bueno.

Así que por lo general, uso bastante las redes sociales y estoy al tanto de sus peligros si se usan de forma inadecuada, y por eso nunca he creído en poder crear una amistad a partir de un simple contacto a través de las redes. Pero desde octubre, me vengo dando cuenta de que sí es posible. Porque lo he vivido.

De repente ves el perfil de una persona que te llama la atención y ale, al poco tiempo os estáis contando vuestras vidas como si no os acabárais de conocer.  Los temas ya no son los gustos comunes que tenéis, os sabéis por lo menos un cuarto de vida de la otra, y sabeis que podeis llegar a ser grandes amigas porque no tenéis reparos de deciros lo que pensáis con objetividad, y así es como se forjas bien una amistad. Yo, que siempre he pensado que para que una amistad o cualquier tipo de relación social el contacto visual y el roce hacen el cariño, y son imprescindibles, estaba equivocada.

La vida de repente me pone por delante a la instamaruja ésta a la que le tengo cada día más cariño.

Nunca he usado las redes sociales para conocer gente ni hacer amistades, sino para expresar mis opiniones y mantenerme informada sobre lo que me interesa, pero en esas estamos.

Y me alegro mucho de haberla encontrado.

Ra, por si no te has dsado cuenta, todo ésto va por ti. Por ti, por mí, por las horas que nos pasamos charrando. Por cuando nos reímos, por cuando lloramos, y por lo que seremos, grandes amigas .



¡Aquí me encontraréis!

Instagram

lunes, 12 de enero de 2015

Por qué cambian las personas

Hay quien dice que una persona cambia porque aprendió demasiado, o porque sufrió lo suficiente. 

Yo creo en el cambio de las personas, para bien, y/o para mal, porque lo he visto y a veces, vivido en primera persona.

No estamos obligados a ser los mismos desde que nacemos hasta que morimos. A mí, de pequeña me encantaban las lentejas, me veía todos los partidos del Valencia CF, y odiaba dormir. Sin embargo ahora, muero lenta y agónicamente del asco cuando hay lentejas para comer, soy hincha del Baarça a muerte y me encaaaaanta dormir...
¿Véis? Los cambios existen, sólo que en este caso no sé si ha sido para bien o para mal...
Pero aguantaba ciertras cosas que ahora no tolero, porque no puedo y porque tampoco quiero. Mi madre dice que es por la edad.

Aunque también es verdad que hay ciertos rasgos de una persona que nunca cambian, aquéllo que los filósofos llaman esencia.
Porque vale, ahora te lo callas, pero sigues disfrutando cuando oyes las canciones de Los Caños con las que llorabas a moco tendido y baba suelta cuando eras preadolescente, sigues odiando dormir sola, y aunque en público lo niegues, te siguen dando terror los truenos, y dormir de espaldas a la puerta.

También creo que hay personas que cambian porque han sufrido demasiado. Supongo que varios golpes seguidos comvierten en desconfisdo, rencoroso o precavido a aquél que antes no lo era, y por mi parte está totalmente justificado.

Pero no todo van a ser cambios para mal, también hay situaciones que fuerte al débil, cariñoso al arisco, confiado al desconfiado, y un largo.

 Yo creo en el cambio de las personas, para bien, y/o para mal, porque lo he visto y a veces, vivido en primera persona.




¡Aquí me encontraréis!

Instagram

jueves, 8 de enero de 2015

10 verdades que no debemos olvidar nunca

1.La vida es corta. Demasiado corta como para echarla a perder con preocupaciones sin sentido, relaciones tóxicas y disgustos innecesarios.

2.Vivimos la vida que nos generamos. Y sólo nosotr@s tenemos la capacidad de cambiarla, pero para eso hay que querer. No basta sólo con quejarnos, que también está muy bien y desahoga, pero a la práctica es totalmente inútil.

3.Antes del éxito siempre vivimos múltiples fracasos. Sí, esos malnacidos momentos que nos hacen pensar que no vamos a llegar hasta donde queremos en la vida, pero que no deben poder con la ilusión. Yo soy partidaria de los fracasos, nadie puede saborear un mismo éxito si le viene regalado de la mano de la vida, como si le ha costado sudor, y a veces lágrimas.

4.Pensarlo no es lo mismo que hacerlo. Porque si esto fuera así, todos tendríamos lo que queremos, y para conseguir los retos que nos pasan por delante, no haría falta más que planteárnoslos. Miedo me darían a mí los domingos, con la de cosas que se me pasan por el coco. Levántate coño, y ponte a ello.

5.No hace falta una disculpa para perdonar. Porque la mayoría de las veces, cuando nos piden perdón, nosotros ya hemos perdonado a esa persona, sólo que él/ella no lo sabe, pero hay que disimular y hacerse el duro hasta que oímos esa palabrita mágica.

6.Lo que tienes no define quién eres. Una personas con pocas cosas materiales es pobre, y la que nadsa en la abundancia es rica. Vale. ¿Y lo que hay detrás de todo eso? Yo no tengo mucho ni poco, pero me siento muy afortunada de lo que tengo, porque nadie me lo ha regalado, y me lo aprecio porque me ha costafo mucho conseguirlo. ¿Qué soy, rica o pobre?

7.Todo cambia con el tiempo. Hoy todo está negro, todo es una mierda, nada me gusta y todo el mundo me cae mal. No podré conseguir ni la mitad de cosas a las que aspiro en mi vida. Y al día siguiente o al poco tiempo, de repente lsa vida tiene otro color, adoro a la gente que me rodea, y me veo con fuerzas de comerme el mundo.

8.Cuidarte y quererte es tu única misión en la vida. Porque si tú te ves bien y te encuentrsas con fuerzas, lo demás es cuestión de actitud. Mirsarte al espejo y verte hecha un despojo humano no ayuda a superar situaciones complicadas.

9.Lo que haces afecta a todos. Aunque no te lo creas, tienes gente que se preocupa por ti. Está muy bien que tomes decisiones por ti misma, así debe ser la vida, pero piensa en cómo afectaría a la gente que te quiere que tomes una decisión drástica como irte a vivir sola a Nepal. Ponte en su lugar, simplemente.

10. El metal estropea el microondas. Sí, mola mucho ver las lucecitas desde fuera cual castillo de fuegos sartificiales, pero si decides hacerlo prepara la pasta para comprar uno nuevo (que lo sé yo por experiencia)


¡Aquí me encontraréis!

Instagram

miércoles, 7 de enero de 2015

Cosas que me hacen feliz

Justo hoy hemos llegado todos juntos a las 1000 visitas del blog, y eso es algo que me hace muy muy feliz, por eso, para seguir con tanta felicidad y buen rollito, he decidido dedicasr una entrada a las cosas que me hacen feliz. Detalles que, aunque sea por un momento, y no todos los días, me recuerdan que la vida a veces también puede ser bonita, con algo tan insignificante como el olor del café.

Qué bonita es la sensación de encontrarte algo bonito en la cosa más pequeña del mundo. Algunas personas no lo consiguen nunca, otras somos tan pavas que lo encontramos en casi todo.

-El café. Su olor, su color, coger un puñado de granos con la mano y jugar con ellos…me da la sensación de que el café es algo así como un nuevo comienzo, un nuevo día en el que puede pasar de todo. Sólo que a mi me gusta a la hora que sea y de la forma que sea.
- Las risas de mi padre y mi hermano. Porque son carcajadas que trasmiten buen rollo y se contagian, aunque el motivo de la fiesta sea que te has caído por pisar lo fregao y te has quedado espatarrada en mitad de la cocina.
-El mar. Ay el mar…me pone mística. Y me hace feliz.
-El Sol. Porque en verano da mucho por saco pero cuando en invierno paseas bajo él…es amor. Cuando hay Sol la gente sale a la calle, ríe…transmite alegría.
-Los días de lluvia. Que vale, sí, es contradictorio con lo del Sol, pero es verdad. También me encanta asomarme por la ventana y ver cómo llueve, aplaudir a los truenos más fuertes con mis hermanos, taparme hasta la cabeza cuando un rayo ilumina la habitación…
-Una pareja de ancianos cogidos de la mano. Porque los veo y me imagino por la de cosas que esas dos personas habrán pasado juntas, cosas buenas y cosas malas, la de años que hará que se confesaron su amor, y siguen así…me hace muy feliz.
-Los sábados por la mañana. Eso que abres un ojo y ves que el Sol entra por la ventana pero dices bah, que le den al reloj que yo me quedo aquí. “Soy un rollito de canela…calentito…”.
-Velas. El fuego me emboba.
-Ir a un supermercado y poder comprar sin estar pendiente de  que no se me acabe el dinero. Porque el que ha pasado por ahí, sabe de lo que hablo.
-Una buena nota de mis niñas. Porque a ellas dos nadie les ha regalado nada, y verlas cuando me cuentan que han sacado buena nota o leer sus Whatsapps es fiesta, porque habla bien de ellas y de mí.
-Un abrazo. Cómo mola estrujar a alguien en tus brazos…o que te estrujen a ti.
-Unos ojos que miran con amor. Pero estos que dices no les cabe más amor dentro…qué bonito.
-Oír a mi abuelo desde mi casa. Y de repente lo oyes reírse, estornudar, hacerle la puñeta a mi abuela…saber que está ahí, también me hace muy feliz.
-Un niño. Un niño riendo, un niño llorando, un niño jugando, un niño durmiendo…me gustan los niños. Los quiero. A todos. A las niñas ya hay que conocerlas.
-Una ducha a última hora del día. De esas que te pegas hora y media en el cuarto de baño mezclando potingues, con dos velas, agua hirviendo…
-Una peli de estas empalagosas que cuando terminan tienes el azúcar 100 puntos por encima de los índices normales.
-Un libro. Ese que no te deja levantar la ceja, parar de leer y volver a la realidad, porque te absorbe toa entera.
-Verlo feliz. Y saber que yo contribuyo a esa felicidad, es lo único que me ayuda a seguir día a día, lo que le da sentido a mi vida.

Y así…podría seguir y seguir…pero lo dejamos aquí, que aún estoy a tiempo de quedar bien, no como una tonta que da sentido a cosas que para el resto de los mortales no lo tienen.


¡Aquí me encontraréis!


Instagram

lunes, 5 de enero de 2015

Queridos Reyes Magos...

…este año, como siempre, me he portado muy bien. No me he revelado contra todo el mundo en las ocasiones que se me han puesto por delante, ni he mandado a nadie a algún lugar lejano, feo, y con mal olor, más veces de las necesarias.
Un cachito de pan, que se suele decir, vamos.
Por eso creo que tengo derecho de pediros unas cuantas cosas que, en mi humilde opinión, creo que me merezco.

En primer lugar, quisiera un enchufe de estos trifásico, igual de grande que la catedral de Burgos, pero no para enchufar nada a la corriente, sino para encontrar un buen trabajo que me permita por fin hacer mi vida, ya que visto lo visto el curriculum no cuenta para nada ni para nadie.
No importa si no está relacionado con lo mío, y sabré sobrevivir si el sueldo no me da para comprarme braguitas en La Perla, como dice Beta Coqueta, con que me de para vivir, prou.

Si se me permite otro caprichín, quisiera levantarme mañana por la mañana sin estos kilos que me sobran. Así, porque sí, sin sudar ni nada. Que para eso sois magos, ¿no?

¿Qué más, qué más…? ¡Ah, sí! Que el pisito este de la calle Genaro Palau aún sigue en venta, es el primero. Podéis dejar las llaves encima de mi mesilla de noche. Ya mañana firmo yo las escrituras y lo decoro para dejarlo bonito bonito.

Y ya si me quitáis de un plumazo las ganas de fumar, sobre todo cuando me siento a escribir, y hacéis que me toque un Euromillón de estos que quitan todas las penas de repente, prometo volver a creer en vosotros como el primer día, y dejar mis principios republicanos de lado,almenos durante un día o dos.

Y si eso, la paz mundial y el fin del hambre y la pobreza, que os llevo pidiendo toda la vida.

A cambio ofrezco wiskacho del bueno para sus Majestades y algarrobas de un campito que hay al lado del de mi abuelo, que son de primera, nada de leche fría y galletas rancias como os dejan el resto de los niños.

Ale, pensad a ver qué os parece el trato.

Att: Una niña que fue niña durante muy poco tiempo.



¡Aquí me encontraréis!

Instagram

viernes, 2 de enero de 2015

Año nuevo...¿vida nueva?

Pues no creo.
Suelo ser de las personas que se proponen un montón de cosas nuevas para el año que empieza, y que como todo el mundo, no los cumple.

Porque si hubiera hecho caso a los que me propuse el año pasado tendría mis títulos de inglés y valenciano colgaditos en la pared, mis 10 kilos de menos, una cuenta bancaria con muchos ceros...en fin cosas incumplibles.

Así que para este año no me voy a proponer nada, ni tampoco me voy a comprar una goma con superpoderes para borrar las cosas feas del 2014.
Sólo voy a vivir el día a día lo mejor que pueda, ser tenaz en las cosas que más me cuestan, y sobre todo, no perder la ilusión.
Ay la ilusión...qué difícil es de mantener. Cuánto cuesta de conseguir, y qué rápido se pierde, la jodía. Y las ganas de luchar. Luchar por lo que quiero, por ser fuerte, por aprender a convivir con cosas que me molestan, y no que no salga la Mara diábolo que chilla a grito pelao y se caga en todo lo más feo que se le ocurre.

Porqué los propósitos estos tontos de aprender a querer a la gente que se porta mal conmigo, de ser más buena persona, de tolerar a la gente que normalmente no tolero y blablabla no es que los dé por imposibles, es que los doy por inútiles, en su más estricto significado. Por tontos y para gente a la que realmente no se gusta a sí misma.
Yo cometo muchos errores, quizá más de los que comete una persona normal, pero tengo la conciencia tranquila porque cuando todo está mal, oscuro, casi negro, y nada tiene sentido, lo único que me consuela es que si de algo he pecado, es de ser demasiado tolerante y demasiado buena con la gente que menos se lo merece.

Así que lo único que hay que pedirle al año nuevo, es fuerzas para seguir siendo nosotros mismos, y saber alejar a las personas que no nos ayudan a conseguir nuestras metas, para que ésas que son buenas, que nos hacen la vida más fácil y a las que queremos, tengan el sitio que merecen.


¡Aquí me encontraréis!

Instagram

jueves, 1 de enero de 2015

Segunda temporada: el retorno


De verdad que necesitaba unas vacaciones.
Necesitaba un tiempo de dispersión, sin tener que ocuparme demasiado de nada. Pero, ironías de la vida, he acabado haciendo justo lo contrario durante todo este tiempo. Algo así como unas vacaciones de mí misma, que se han tornado en tener que estar más pendiente de mí de lo normal.

Son cosas que pasan si tú, y casi todo tu entorno, dejáis tus preocupaciones y necesidades en último lugar, que el cuerpo reclama lo que es suyo, y avisa. Avisa de la forma menos oportuna y adecuada, para ver si reaccionas y piensas un poquito más en ti.
Porque no me gusta que nadie me alabe, pero también necesito que alguien cuide de mí, porque mi cuerpo y mi cabeza me recuerdan que todo tiene un tope, y que no soy un muro de hormigón armado.
Me afecta cada gesto, palabra, mirada, comportamiento, de la gente que me rodea, sea para bien, o para mal.

Y aunque he estado muchas veces a punto, esta vez sobrepasé el límite, y necesité cuidarme. 
Odio reconocer que necesito ayuda, pero lo cierto es que si no demuestro que la necesito, ella por sí sola nunca hubiese llegado. Quizá sea porque en toda esta vida jamás la tuve, y al final estuve un largo período en que de verdad no la necesitaba.

Pero ya cambié el chip, y mi cuerpo ya no va a necesitar avisarme más ni llamarme la atención, porque a partir de ahora va a tener la atención que necesita, y si es posible, un poquito más, porque también se lo merece.
Porque si algo bueno tiene pasarse una parte de mi vida pendiente de los demás, es que ahora estoy en mi pleno derecho (y casi en la obligación), de pasarme la otra parte que me queda pendiente de mi misma, y de lo que tiene que venir detrás de mí, no de lo que hay delante.


Estos fueron los verdaderos motivos por los que el pasado 15 de diciembre decidí parar un poco y aprender a delegar en algunas cosas, para tener más tiempo para mí.
Demasiados sobresaltos repartidos en muy pocos meses. Tocaba descansar, y aunque no lo conseguí, aprendí a pedir ayuda, y a saber recibirla, que tampoco es nada fácil para una persona como yo.

Las navidades tampoco fueron fáciles, ni bonitas. Me repatea tener que tragarme a gente que ni he tragado nunca, ni pienso empezar a tragar ahora, simplemente para hacer feliz a alguien que jamás procuró hacerme feliz a mí. Pero os juro que este año ha sido el último.
Ahora ya, con el año nuevo, espero no cumplir con ninguno de los propósitos que tenía para este momento, para seguir con la tradición, y os prometo seguir con este blog para que todos pasemos un ratito bueno, yo cuando escribo y vosotros cuando me leéis. Volvemos a la carga con más cosas que nunca dijimos, pero sí escribimos.

Y os diré que no os hagáis los héroes, que al final, son muy pocos los que os lo van a agradecer.
Que en vuestro entorno aprendan a vivir sin vuestro apoyo y calor constante, porque luego los sofocos, os toca aguantarlos y sufrirlos a vosotros.
El cuerpo aguanta aguanta hasta que al final revienta, y no es para nada una situación agradable. Pedid ayuda, a la persona en la que más confiéis, no esperéis que llegue sola, porque si os cerráis y no dejáis que nadie vea que estáis mal, nadie sabrá que necesitáis mimitos, cuidados y comprensión.

Y no desesperéis, en realidad sí se puede respirar, es cuestión de creérselo, y sí tenéis un suelo que os sujeta, nunca se cae.

Que no estáis sol@s, siempre siempre hay alguien dispuesto a ayudaros, aunque la mayoría de las veces nuestra cabeza no nos deje verlo.

Deseo que tod@s empecéis este 2015 con ganas e ilusión.
Nos leemos como siempre, ¡hasta mañana!




¡Aquí me encontraréis!

Instagram