lunes, 16 de febrero de 2015

Mentiras universales

La versión oficial es que nadie miente; todos decimos siempre la verdad, somos los más sinceros del mundo y blablablá. Y un huevo.
 Todos mentimos, decimos más mentiras que Alena, como dice mi padre, lo que pasa es que los hay que se lo curran tanto, que cuando los miras a los ojos incluso sabiendo que nos están mintiendo, parece que nos estén diciendo la verdad. 

Qué bonito eso de “sólo miento cuando digo la verdad…”

También soy de la opinión de que, por desgracia, la mayoría de las veces, una mentira repetida hasta la saciedad se convierte en verdad.

Así que hay una serie de mentiras piadosas que todos usamos, en algún momento de nuestras vidas, tales como:

YA ESTOY LLEGANDO. Cuando todavía te estás vistiendo, y te falta delinearte un ojo y atusarte el pelo.

¿HAS ADELGAZADO? Eso de que hace tiempo que no ves a una amiga, o a una persona que fue tu amiga y ahora no te cae del todo bien. También aplicable a suegras y cuñadas. Lo mejor es usarla cuando la que ha adelgazado eres tú. Así. Por joder.

NO MAMÁ, YO NO FUMO. EL TABACO ES DE UNA AMIGA. SU MADRE NO ES TAN COMPRENSIVA COMO TÚ, Y SI LA PILLA LA MATA. Y habrá madres que se lo creerán y todo. Menos la mía. La mía nunca se lo creyó.

NO NO GRACIAS, ES SUFICIENTE, ESTOY A DIETA. Y tú en realidad te comerías un búfalo pero como no tienes confianza, siempre pones la misma excusa.

SÍ MAMÁ, VOLVERÉ ACOMPAÑADA. Lo que le sigue es: pero para eso tendré que venir cuando todos vuelvan, si no, tendré que venir yo sola. Y es cuando te esperas en la puerta de casa como una idiota hasta que pase un coche y así tus padres, que están medio groguis ya, piensen que ese coche es el que te ha traído sana y salva a casa.

BEBÍ POQUÍSIMO, ME DEBIÓ DE SENTAR MAL. Sí claro, debe ser que el octavo Gin tonic llevaba algo en el vaso y se te descompuso el estómago. Y lo del día siguiente  no era resaca, era un puto virus estomacal muy inoportuno.

CHICA, NO HABÍA OÍDO EL MÓVIL. Claro, porque bajar la barra de notificaciones y ver ese whatsapp para decidir si te conviene abrirlo o no, no cuenta como leer.

Y la reina: ESTO NO ES LO QUE PARECE. Mira, yo no me he visto nunca en esta situación, ni como la que descubre ni como la descubierta, ni por mi parte la voy a vivir, ¿pero es que en serio esto ocurre en la vida real?
Mira, que te han pillado empotrándote a un pav@, no intentes arreglarlo. Y decir a tu pareja que no estabas disfrutando tampoco debe de ayudar a mejorar la situación. Ten dignidad, y asúmelo, valiente.

Y aquí, una pequeña muestra de mentiras que nadie dice nuuunca en su vida...

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